FUENTES

El sistema monetario español en los siglos XVIII y XIX..

En el siglo XVIII era básicamente el siguiente:

Escudo de oro. Su peso era de 3,4 gramos. Equivalía a 16 reales de plata.

Real de plata. Su peso era de 3,35 gramos. Equivalía a 34 maravedíes.

Maravedí de vellón. Estaba elaborado por una aleación de cobre y plata al 50%. Su peso era de 1,12 gramos.

Por supuesto, existían múltiplos y fracciones de estas monedas. Por ejemplo, del doblón (moneda de dos escudos), o el real de a ocho (moneda de ocho reales).

Las monedas debían su valor exclusivamente al peso y metal del que estaban hechas.

En el siglo XIX continuaron su existencia conjuntamente con el papel-moneda que ya empezó a circular en esta época. A principios del siglo se impone como unidad monetaria habitual el real de vellón, que se cambiaba a razón de 5 reales de vellón por dos de plata (2,5 x 1). Un real de vellón equivalía a 16 maravedíes, y un real de a ocho o peso duro equivalía a 20 reales de vellón (o 320 maravedíes).

En 1868 el gobierno introdujo mediante decreto una nueva organización del sistema monetario español, basada en el sistema métrico decimal. Así, a la altura de 1869, el sistema monetario español estaba configurado de la siguiente manera:

Peseta de plata: 5 gramos. Equivalente a 100 céntimos de cobre.

Céntimo: 1 gramo de cobre.

Y sobre esta equivalencia básica, las diferentes monedas (múltiplos de céntimo y divisores y múltiplos de peseta):

moneda de 5 pesetas: 25 gramos de plata. Peso casi idéntico al real de a ocho o peso duro, por lo que la moneda de 5 pesetas se conocería coloquialmente desde entonces como "duro".

moneda de 50 céntimos: 2,5 gramos de plata (la mitad de una peseta).

moneda de 100 pesetas: 32,25 gramos de oro (la más valiosa de todo el nuevo sistema monetario).

Sobre el nuevo sistema monetario se superpuso el viejo sistema existente. Así, oficiosamente una peseta equivalía a cuatro reales de vellón (o 64 maravedíes).

El recuerdo de las viejas monedas se mantuvo tan presente que hasta mediados del siglo XX la moneda de 25 céntimos era conocida popularmente como "real". Y en muchos lugares de la España rural hasta prácticamente la desaparición de la peseta, la gente continuó expresando las cantidades en duros (reales de a ocho) y no en pesetas.

Para saber más:

SANTACREU SOLER, J.M.: "La revolución monetaria española de 1868", Anales de Historia contemporánea 10, 1994.

SANTIAGO FERNÁNDEZ, J.: "Antecedentes del sistema monetario de la peseta" en VVAA: VII Jornadas Científicas Sobre Documentación Contemporánea (1868-2008), Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2008.