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La Economía de Mercado

 

La economía de mercado o capitalismo es el conjunto de reglas según las cuales funciona la economía actualmente en prácticamente todo el globo. Estas reglas o principios fueron formulados por primera vez hace más de dos siglos por el filósofo y economista Adam Smith. Son reglas aparentemente objetivas y neutrales, pero "casualmente" acaban beneficiando siempre a los mismos. En síntesis, son las siguientes:

PRINCIPIOS TEÓRICOS DEL CAPITALISMO

- El precio de cualquier mercancía o servicio ha de establecerse exclusivamente en función de la oferta y la demanda. Por ejemplo, si hay poca oferta de un producto y mucha demanda (muchos compradores), el precio subirá hasta alcanzar un punto de equilibrio. Hay que dejar que los precios se autorregulen de esta manera, sin ningún tipo de intervención.

- Las mercancías y los capitales (el dinero) han de poder moverse de un lado a otro sin ningún tipo de dificultad. No debe haber barreras de ningún tipo (salvo que las mercancías sean ilegales, claro).

- Cualquier individuo puede acumular riqueza de forma ilimitada, y transmitirla a sus herederos.

- La propiedad privada de cualquier individuo es sagrada e intocable, y debe ser protegida por todos los medios posibles por parte de los poderes públicos.

- Los poderes públicos no deben intervenir en los asuntos económicos de ninguna manera. Si aparece algún problema, la economía por si misma se autorregulará y volverá a una situación de equilibrio. 

- Los impuestos son una forma de intervención en la economía. Por lo tanto, por definición, son nefastos.

- Los servicios públicos son una forma de intervención en la economía que además distorsiona los precios. Por lo tanto, por definición, son nefastos.

- Cualquier tipo de regulación de los precios de productos o servicios es, por definición, nefasta.

- En el hipotético caso de que el Estado se vea forzado a ofertar algún servicio, lo hará por medio de empresas privadas para distorsionar así lo menos posible el natural funcionamiento del mercado.

 

Hoy en día este conjunto de principios también se conocen como neoliberalismo.

¿Crítica o alabanza?

- Uno por uno, desde tu punto de vista, critica o alaba por escrito los principios capitalistas que acabamos de enunciar arriba.

Según los principios económicos neoliberales...

- En una situación de escasez de pan y fuerte demanda por parte de los consumidores, ya sabes lo que pasará con el precio del pan. ¿qué es lo que ha de hacer el gobierno?

- En una situación de altos índices de paro y escasa oferta de empleo, ¿qué es lo que tiene que pasar con los con los salarios?

- ¿Quién o quiénes han de ofertar los servicios sanitarios?

- Un individuo acumula cientos de millones, heredados de sus antepasados, mientras que el resto de sus conciudadanos pasa penurias. ¿Qué ha de hacer el gobierno?

- Es necesario construir una cárcel y dotarla de personal. ¿Qué procedimiento ha de seguir el gobierno?

- Se descubre un medicamento que cura el cáncer. ¿Hay algo que hacer en lo que se refiere a su posible precio en el mercado?

Según tus principios personales...

- En una situación de escasez de pan y fuerte demanda por parte de los consumidores, ya sabes lo que pasará con el precio del pan. ¿qué es lo que ha de hacer el gobierno?

- En una situación de altos índices de paro y escasa oferta de empleo, ¿qué es lo que tiene que pasar con los con los salarios?

- ¿Quién o quiénes han de ofertar los servicios sanitarios?

- Un individuo acumula cientos de millones, heredados de sus antepasados, mientras que el resto de sus conciudadanos pasa penurias. ¿Qué ha de hacer el gobierno?

- Es necesario construir una cárcel y dotarla de personal. ¿Qué procedimiento ha de seguir el gobierno?

- Se descubre un medicamento que cura el cáncer. ¿Hay algo que hacer en lo que se refiere a su posible precio en el mercado?

El huracán Katrina y Nueva Orleans.

En septiembre de 2005 un huracán (el Katrina) alcanzó las costas de Estados Unidos, afectando de lleno a la ciudad de Nueva Orleans. La periodista Naomi Klein acudió al lugar del desastre. En el siguiente fragmento narra lo que le sucedió a raíz de un pequeño accidente de tráfico:


 Durante la segunda semana de septiembre de 2005, estuve en Nueva Orleans con Avi, mi marido, y con Andrew [...]. Cuando como cada oscurecer, a las seis de la tarde, el toque de queda apareció de improviso, nos encontramos dando vueltas en círculos, incapaces de encontrar nuestro camino. Los semáforos habían desaparecido, y la mitad de las señales de las calles habían sido derribadas o habían sido retorcidas por la tormenta. [...].

Fue un mal accidente: un choque lateral a toda velocidad en una importante intersección. Nuestro vehículo fue arrastrado hasta alcanzar un semáforo, atravesó una verja de hierro forjado y quedó “aparcado” en el porche. Los daños causados entre las personas de ambos coches fueron, afortunadamente, menores, pero antes de que supiese esto me ataron a una camilla y me sacaron de allí. Con una conmoción cerebral, era consciente de que dondequiera que estuviese yendo la ambulancia no estaría bien. Tuve visiones de la terrible escena de la improvisada clínica de salud en el aeropuerto de Nueva Orleans: había tan pocos médicos y enfermeras que los evacuados más ancianos dejaban de ser atendidos durante horas, desplomados en sus sillas de ruedas. Pensé en la sala de urgencias de atención primaria del hospital público Charity de Nueva Orleans. Se inundó durante la tormenta, y su personal había peleado infructuosamente para mantener a los pacientes vivos. Rogué a los auxiliares sanitarios que me dejasen ir. Recuerdo que les dije que estaba bien, verdaderamente; después debí de desmayarme.

Volví en mí cuando llegamos al más moderno y tranquilo hospital en que jamás había estado. A diferencia de las clínicas atestadas de evacuados, en el Ochsner Medical Center [hospital de pago] [...], allí los médicos, enfermeras y celadores, superaban en número a los pacientes. De hecho, parecía haber sólo un puñado de pacientes en una sala limpísima. En cuestión de minutos, fui acomodada en una espaciosa habitación privada y mis cortes y hematomas fueron cuidados por un pequeño ejército de personal médico. Inmediatamente, tres enfermeras me llevaron a hacerme unos rayos X en el cuello y un gentil médico sureño me quitó algunos fragmentos de cristal y me dio un par de puntos.

[...] Y esto era el centro de Nueva Orleans, la zona cero de la emergencia más grande de salud pública en la historia reciente de Estados Unidos. Un educado director de hospital vino a mi habitación y me explicó que «en América pagamos por la asistencia sanitaria. Lo siento, querida, es realmente horrible. [...] Sólo rellena este formulario».

[...]

Ya que las farmacias estaban cerradas a cal y canto, un médico residente fue lo suficientemente amable como para darme disimuladamente unos pocos analgésicos. Le pregunté cómo había ido en el hospital en el momento más álgido de la tormenta. «No estaba trabajando en ese momento, gracias a Dios», dijo. «Vivo en las afueras de la ciudad.»

Cuando le pregunté si había acudido a alguno de los refugios a ayudar, pareció quedarse desconcertado por mi pregunta y un poco avergonzado. «No lo había pensado», dijo. Rápidamente cambié de tema en lo que esperaba fuese un asunto más inocuo: el destino del hospital Charity [público]. Estaba tan infradotado que apenas funcionaba antes de la tormenta y la gente estaba ya especulando que debido a los daños del agua puede que no volviera a abrirse. «Sería mejor que lo volvieran a abrir», dijo. «No podemos atender a esa gente aquí.»

Lo que me ocurrió con este afable joven médico, y el cuidado médico tipo balneario que acababa de recibir, era la encarnación de la cultura que había hecho posible el huracán Katrina, la cultura que había dejado ahogarse a los residentes más pobres de Nueva Orleans. Como graduado en una facultad de medicina privada e interno en un hospital privado, [este joven médico] sencillamente había sido entrenado para no ver la los “sin-seguro” de Nueva Orleans (mayoritariamente afroamericanos) como posibles pacientes. Esto era así antes de la tormenta, y continuó siéndolo incluso cuando toda Nueva Orleans se convirtió en una sala de urgencias gigante: él sentía compasión por los evacuados, pero esto no cambiaba el hecho de que no pudiera verlos como sus potenciales pacientes.

Cuando golpeó el Katrina, la aguda división entre los mundos del Ochsner Hospital [hospital de pago] y el hospital Charity [hospital público] se plasmó, de repente, en el escenario mundial. Los económicamente seguros se fueron de la ciudad, se registraron en hoteles y llamaron a sus compañías de seguros. Las 120.000 personas en Nueva Orleans sin coches, que dependían del Estado para organizar su evacuación, esperaron una ayuda que no llegó, haciendo desesperadas señales de socorro o utilizando las puertas de sus frigoríficos como balsas. Estas imágenes conmocionaron al mundo porque, incluso si la mayoría de nosotros nos habíamos resignado a las desigualdades cotidianas [...], aún había una extendida suposición de que en los desastres se supone que sería diferente. Se daba por sentado que el Estado, al menos en un país rico, acudiría en ayuda de la gente durante un cataclismo. Las imágenes de Nueva Orleans mostraban que esta creencia generalizada -que los desastres son un momento de pausa para el capitalismo feroz en el que todos tiramos juntos y el Estado pisa el acelerador- ya había sido abandonada y no había debate público.

Naomi Klein: La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre.(2007)

Una preguntilla...

¿Por qué el Ochsner Medical Center, donde fue atendida Naomi Klein, estaba prácticamente vacío?

Repasamos...

  1. ¿Cuáles son las diferencias entre los planteamientos conservadores y los reaccionarios?

  2. ¿Cuáles son los planteamientos político-económicos de los comunistas?

  3. ¿En qué se diferencian los planteamientos comunistas de los anarquistas?

  4. ¿Qué es el capitalismo?

  5. ¿Qué es la burguesía?

  6. ¿Qué es la clase obrera?

  7. ¿Qué es la economía?

  8. Brevemente, explica cuáles son los planteamientos político-económicos de los conservadores.

  9. Enuncia dos sinónimos de capitalismo.

  10. Explica cuáles son las diferencias existentes entre los planteamientos socio-económicos socialistas y liberales.

  11. Explica cuáles son los planteamientos político-económicos de los socialistas.

  12. Explica en qué consiste la democracia parlamentaria.

  13. Explica qué significa el término revolución.

  14. Según su tipo de negocio, ¿qué tipos de burguesía hay?

  15. Según la doctrina neoliberal:

  • Los precios de las mercancías, ¿deben ser regulados? ¿Por qué?

  • El valor de los salarios, ¿ha de ser regulado? ¿Por qué?

  • El movimiento de los capitales, ¿ha de ser regulado? ¿Por qué?

  • La acumulación de riqueza, ¿ha de ser limitada de algún modo? ¿Por qué?

  • ¿Los impuestos son buenos o malos? ¿Por qué?

  • Los servicios públicos, ¿es conveniente que existan?

  • Por ejemplo, ¿qué sistema sanitario es el ideal?

  • Si el Estado ha de prestar forzosamente un servicio, ¿cuál es el procedimiento adecuado?

 16. A tu juicio, ¿a quiénes benefician los principios neoliberales? ¿Por qué?